In memoriam: Atilio Andrade Bone, hombre de miles de banderas en el pecho

En la Foto. Atilio Andrade Bone y Gladys Marín (Secretaria General del Partido Comunista de Chile)


Palabras...

por Norton Contreras Robledo

Estábamos en el local de la asociación Víctor Jara, cuando nos enteramos que te habías ido físicamente. Que ese día sábado 14 de noviembre, a las 22.30 horas en la ciudad de Malmö, tu corazón había dejado de latir. Desde el momento en que me enteré de tu fallecimiento, no he podido dejar de estar triste, y con el alma llena de recuerdos. Te recuerdo en la militancia clandestina en Mendoza, Argentina, eran los tiempos de la dictadura de Videla. Habías luchado en Chile contra la dictadura de Pinochet. En Argentina, con tu actitud y entrega, reafirmabas que el que es revolucionario puede morir en cualquier lugar, en cualquier parte.
Te recuerdo en la militancia, en las responsabilidades y tareas que compartimos en el secretariado y en la dirección de las Juventudes y el Partido. En el Comité Local Elías Laferte, Malmö, Suecia.
Atilio sé que has dejado de pensar, pero que no has muerto. Porque tu vida, tus ideas y tu militancia consecuente y revolucionaria estarán siempre en nuestras vidas. Sabías transmitir, y cualquiera captaba al instante de conocerte, tu pasión por la revolución. La lucha contra el imperialismo y por la revolución socialista hervía en tu sangre y te llenaban de una energía contagiosa y optimista. Ese es el legado político que nos has dejado. Ese es también nuestro compromiso y nuestra mejor manera de recordarte.

Un poema...


Hombre de miles de banderas en el pecho

Aquí estás , hermano, camarada.
rodeado de gente.
Cubierto de flores y banderas,
La lucha de los pueblos eran las tuyas,
tenías la revolución metida en el alma
y el pecho lleno de banderas.
Es tu vida la que hoy nos convoca,
Has dejado de pensar, tu corazón,
ha dejado de latir. Pero tu obra ,
tus ideas, tu militancia consecuente
estarán siempre en nuestras vidas.
Tu alma y tu espíritu revolucionario seguirá
proyectándose a través
del espacio y del tiempo.
Te recuerdo como eras en tu último
Festival de Malmö, junto a la gente.
Junto a los camaradas del partido.
Nos diste ejemplo de coraje y entereza.
Más que tu cuerpo eran tus ideales ,
tus deseos y tu voluntad lo que te sostenía.
Te recuerdo como eras en los años
de la primavera de la vida,
en la casa del partido, o en las calles
vistiendo la camisa Amaranto
portando las consignas y las banderas
de las Juventudes y del
Partido Comunista de Chile.
Compañero Atilio Andrade Bone
Camarada de miles de banderas en el pecho.
Tenias la revolución metida en el alma,
aquí te quedas.
Él que es revolucionario puede morir
en cualquier lugar,en cualquier parte.
Aquí por estos lares te quedas
con el pecho lleno de banderas,
de cantos, flores, y poesías.
Te dejo en este último adiós,
éste poema, que nace con el dolor de tu partida
nace a tu memoria, va volando hacia tu alma. * (1)


Notas: * (1) Poema leído En sus funerales que se realizaron el jueves 26 de noviembre, a las 11 hrs., en la capilla San Gertrud del cementerio de Rosengård de la ciudad de Malmö.
Será incluido en el poemario en preparación: Poemas peregrinos.
Atilio, proveniente de una modesta familia obrera comenzó su caminar en las filas de las Juventudes Comunistas de Chile, a principio de los años 60 y cuanto tenía entre 12 y 13 años. En su larga vida militante , 50 años. Con la camisa amaranto en la jota y luego en el partido cumplió diversas responsabilidades, destacándose en cada una de las tareas que le fueron encomendadas.