SOBRE EL OFICIO DE ESCRIBIR (II)
Norton Contreras Robledo
Comunicador Social
Desde lo más tempranos días de mi infancia el descubrimiento de las palabras dejaron el embrujo que aun permanece en mi alma.Cuando nos referimos al primer contacto con el lenguaje en la mayoría de los casos se remiten al lenguaje escrito, a los signos.
Mis recuerdos de ese primer contacto me llevan a la voz de mi madre. A los lejanos días de mi infancia. A las noches de veranos sentados en el patio de la casa. A las de inviernos sentados alrededor de un brasero en el medio del salón de la casa.
Eran los tiempos en el que el cuenta…… cuenta nos traía lo mágico-real en la voz de mi madre y nos llevaba a lugares, ciudades y reinos, a personas e historias. Eramos pequeños y para nosotros la frontera entre lo real y lo mágico, se mezclaban y confundían. A través de los años he aprendido que en la vida cotidiana de las gentes y de los pueblos suceden hechos en los que la frontera que separa lo real de lo fantástico es sutil y difusa. Tan desdibujada que nos hace pensar que la barrera entre estas realidades no existe; que lo real es tan extraordinario y fantástico que puede dar la sensación de irrealidad.
Los años han pasado pero aun vivo poseído por el asombro que lo más fantástico y maravilloso no eran los cuentos y relatos en si. Sino que por esa época mi madre no sabía leer ni escribir Y no obstante nos contaba cuento todas las noches del año. .Desde esos tiempos es que tengo la convicción y certeza que las palabras llevan en si la magia y el embrujo de el poder de multiplicarse a si mismas..
Escribo para seguir multiplicando las palabras. Escribo en tributo a mi madre, con la creencia de que sus palabras sigan prolongándose a través del tiempo.
Recuerdo como si fuera hoy el día en que al alba cuando la noche viene al encuentro del día y aun se podía ver en el firmamento las estrellas titilando en el firmamento. Íbamos mi madre y yo abriendo surcos en la tierra. Ella adelante con el arado, yo atrás sembrando pan. Dejando caer las semillas de trigo que nos daban el alimento de cada día. No podía dejar de mirar el firmamento y me detuve a contemplarlo, mi madre se dio cuenta y se volvió al mismo tiempo que me preguntaba, porque te has quedado ahí parado? . Su voz llegaba a mi desde la distancia. Sentí que para responderle tenía que contemplar el firmamento una vez mas. Después de hacerlo le respondí con la inocencia de mis seis años. Estoy sembrando cielo para cosechar estrellas
Cuando escribo voy sembrando palabras para cosechar ideas, deseos, ilusiones y sueños. Que ellas sean estrellas y soles en la inmensidad del universo de la vida . Que ayuden a iluminar el camino del nacimiento de una nueva alborada y con ella un mundo mas libre y solidario.
Mis primeros contactos con las palabras escritas me dejaron maravillado por el asombro y la inevitable certeza de que lo que veían mis ojos era un misterio inalcanzable a mi entendimiento. En los meses siguientes seguían siendo un misterio y yo sospecho que ese fue el motivo por el cual mi madre me retiró de la escuela y me devolvió a mi oficio de pastor de cabras.
Mi corto periodo escolar me había dejado la curiosidad por las palabras. En casa miraba los libros de mis hermanas y poco a poco comencé a juntar letra a letra. Esa era la clave para descifrar los escritos. Podía formar palabras que decían cosas.
Un día dejé las ovejas y en las cabras en el monte. Fui a casa me planté ante mi madre. Los puños cerrados y con toda la valentía que pude juntar a mis seis años. La mire a los ojos y con la voz más resolutiva que jamás he vuelto a tener le dije. Quiero ir a la escuela, mañana quiero ir a clases .Mi madre se me quedó mirando un instante que me perecieron siglos. Me acarició la cabeza al mismo tiempo que me decía, lo que no se aprende al comienzo no se aprende nunca ,luego agregó, a no ser que tú sientas en el alma que si puedes.
Hay quienes escriben para ser famoso, ricos, otros que dicen que escriben para si mismos. Yo escribo con el afán y la ilusión de llegar a todos. Escribo para expresar mi mundo interior . En mi mundo interior lo real y lo mágico han estado desde mis más temprano días de mi infancia. Como en esos día cuando iba a los montes a pastorear las cabras y las ovejas. Me veía al igual que todos los habitantes del pueblo de Canela, obligado a detenerme delante de un árbol enorme que se llama Litre. Mirarlo de frente escupirlo tres veces y saludarlos , Buenos días señor Litre. Y de vuelta del monte detenerme nuevamente escupirlo 3 veces al mismo tiempo que le decía buenas, tardes señor litre. Nadie se atrevía pasar delante de este árbol sin detenerse y saludarlo. A los que se atrevieron los castigo cubriéndole todo el cuerpo de ronchas ,manchas y una picazón infernal .
En mi mundo interior quedó grabado para siempre el día en que descubrí otro universo debajo de la tierra. Fue una noche de verano, tenia cinco años de edad, estábamos jugando en la calle con unos amigos, estábamos jugando al " pillarse" al " tu la llevas". Había que correr durante todo el juego y yo me cansaba. Me senté y comencé a excavar en la tierra. De pronto lo ví, era todo un universo debajo de la tierra..Miraba el cielo y veía la luminosidad del universo, miraba hacia abajo y veía ese otro universo. Pero este estaba en movimiento, las luces se movían caminaban. Yo me quedé asombrado de mi asombro. Dando gritos llameé a mis hermanas y amigos los que vinieron corriendo. Miren ! Miren! les decía al mismo tiempo que señalaba a las luces que se desplazan de un lado a otro, miren! hay un cielo debajo de la tierra. Mi hermana mayor me tiro de la oreja al mismo tiempo que me decía.. eres un tonto..esas son solo luciérnagas !. Pero hasta el día de hoy lo que mis ojos vieron esa noche fue un universo descubierto debajo de la tierra.
No escribo solamente para expresar mi mundo interior. También lo hago para expresar mi mundo circundante.
En los últimos tiempos hemos sido testigos de un desarrollo y avance en los medios de comunicación que no nos hubiésemos imaginado hace algunos años. Este progreso se ha ido dando paralelamente al proceso de globalización en el desarrollo social. El desarrollo de los medios de comunicación y el poder de estos en manos de las grandes empresas multinacionales que usan estos medios para entregar y difundir ideas y valores que conllevan a la enajenación, a la alienación de las personas. Para conseguirlo manipula la información, disfraza, deforma la realidad social y económica del mundo circundante.
Tengo el convencimiento de que en el siglo XXI, las luchas de las ideas adquiere un papel relevante. La ideología es una parte integrante de la lucha de clases.
Asumo el oficio de escribir con una actitud militante en esta lucha. Con la ilusión de que mis trabajos sean una grano de arena en la inmensidad de la lucha.
Sigo creyendo que las utopías son posibles .Sigo con la ilusión y creencia de que un mundo mejor es posible.
Desde lo más tempranos días de mi infancia el descubrimiento de las palabras dejaron el embrujo que aun permanece en mi alma.Cuando nos referimos al primer contacto con el lenguaje en la mayoría de los casos se remiten al lenguaje escrito, a los signos.
Mis recuerdos de ese primer contacto me llevan a la voz de mi madre. A los lejanos días de mi infancia. A las noches de veranos sentados en el patio de la casa. A las de inviernos sentados alrededor de un brasero en el medio del salón de la casa.
Eran los tiempos en el que el cuenta…… cuenta nos traía lo mágico-real en la voz de mi madre y nos llevaba a lugares, ciudades y reinos, a personas e historias. Eramos pequeños y para nosotros la frontera entre lo real y lo mágico, se mezclaban y confundían. A través de los años he aprendido que en la vida cotidiana de las gentes y de los pueblos suceden hechos en los que la frontera que separa lo real de lo fantástico es sutil y difusa. Tan desdibujada que nos hace pensar que la barrera entre estas realidades no existe; que lo real es tan extraordinario y fantástico que puede dar la sensación de irrealidad.
Los años han pasado pero aun vivo poseído por el asombro que lo más fantástico y maravilloso no eran los cuentos y relatos en si. Sino que por esa época mi madre no sabía leer ni escribir Y no obstante nos contaba cuento todas las noches del año. .Desde esos tiempos es que tengo la convicción y certeza que las palabras llevan en si la magia y el embrujo de el poder de multiplicarse a si mismas..
Escribo para seguir multiplicando las palabras. Escribo en tributo a mi madre, con la creencia de que sus palabras sigan prolongándose a través del tiempo.
Recuerdo como si fuera hoy el día en que al alba cuando la noche viene al encuentro del día y aun se podía ver en el firmamento las estrellas titilando en el firmamento. Íbamos mi madre y yo abriendo surcos en la tierra. Ella adelante con el arado, yo atrás sembrando pan. Dejando caer las semillas de trigo que nos daban el alimento de cada día. No podía dejar de mirar el firmamento y me detuve a contemplarlo, mi madre se dio cuenta y se volvió al mismo tiempo que me preguntaba, porque te has quedado ahí parado? . Su voz llegaba a mi desde la distancia. Sentí que para responderle tenía que contemplar el firmamento una vez mas. Después de hacerlo le respondí con la inocencia de mis seis años. Estoy sembrando cielo para cosechar estrellas
Cuando escribo voy sembrando palabras para cosechar ideas, deseos, ilusiones y sueños. Que ellas sean estrellas y soles en la inmensidad del universo de la vida . Que ayuden a iluminar el camino del nacimiento de una nueva alborada y con ella un mundo mas libre y solidario.
Mis primeros contactos con las palabras escritas me dejaron maravillado por el asombro y la inevitable certeza de que lo que veían mis ojos era un misterio inalcanzable a mi entendimiento. En los meses siguientes seguían siendo un misterio y yo sospecho que ese fue el motivo por el cual mi madre me retiró de la escuela y me devolvió a mi oficio de pastor de cabras.
Mi corto periodo escolar me había dejado la curiosidad por las palabras. En casa miraba los libros de mis hermanas y poco a poco comencé a juntar letra a letra. Esa era la clave para descifrar los escritos. Podía formar palabras que decían cosas.
Un día dejé las ovejas y en las cabras en el monte. Fui a casa me planté ante mi madre. Los puños cerrados y con toda la valentía que pude juntar a mis seis años. La mire a los ojos y con la voz más resolutiva que jamás he vuelto a tener le dije. Quiero ir a la escuela, mañana quiero ir a clases .Mi madre se me quedó mirando un instante que me perecieron siglos. Me acarició la cabeza al mismo tiempo que me decía, lo que no se aprende al comienzo no se aprende nunca ,luego agregó, a no ser que tú sientas en el alma que si puedes.
Hay quienes escriben para ser famoso, ricos, otros que dicen que escriben para si mismos. Yo escribo con el afán y la ilusión de llegar a todos. Escribo para expresar mi mundo interior . En mi mundo interior lo real y lo mágico han estado desde mis más temprano días de mi infancia. Como en esos día cuando iba a los montes a pastorear las cabras y las ovejas. Me veía al igual que todos los habitantes del pueblo de Canela, obligado a detenerme delante de un árbol enorme que se llama Litre. Mirarlo de frente escupirlo tres veces y saludarlos , Buenos días señor Litre. Y de vuelta del monte detenerme nuevamente escupirlo 3 veces al mismo tiempo que le decía buenas, tardes señor litre. Nadie se atrevía pasar delante de este árbol sin detenerse y saludarlo. A los que se atrevieron los castigo cubriéndole todo el cuerpo de ronchas ,manchas y una picazón infernal .
En mi mundo interior quedó grabado para siempre el día en que descubrí otro universo debajo de la tierra. Fue una noche de verano, tenia cinco años de edad, estábamos jugando en la calle con unos amigos, estábamos jugando al " pillarse" al " tu la llevas". Había que correr durante todo el juego y yo me cansaba. Me senté y comencé a excavar en la tierra. De pronto lo ví, era todo un universo debajo de la tierra..Miraba el cielo y veía la luminosidad del universo, miraba hacia abajo y veía ese otro universo. Pero este estaba en movimiento, las luces se movían caminaban. Yo me quedé asombrado de mi asombro. Dando gritos llameé a mis hermanas y amigos los que vinieron corriendo. Miren ! Miren! les decía al mismo tiempo que señalaba a las luces que se desplazan de un lado a otro, miren! hay un cielo debajo de la tierra. Mi hermana mayor me tiro de la oreja al mismo tiempo que me decía.. eres un tonto..esas son solo luciérnagas !. Pero hasta el día de hoy lo que mis ojos vieron esa noche fue un universo descubierto debajo de la tierra.
No escribo solamente para expresar mi mundo interior. También lo hago para expresar mi mundo circundante.
En los últimos tiempos hemos sido testigos de un desarrollo y avance en los medios de comunicación que no nos hubiésemos imaginado hace algunos años. Este progreso se ha ido dando paralelamente al proceso de globalización en el desarrollo social. El desarrollo de los medios de comunicación y el poder de estos en manos de las grandes empresas multinacionales que usan estos medios para entregar y difundir ideas y valores que conllevan a la enajenación, a la alienación de las personas. Para conseguirlo manipula la información, disfraza, deforma la realidad social y económica del mundo circundante.
Tengo el convencimiento de que en el siglo XXI, las luchas de las ideas adquiere un papel relevante. La ideología es una parte integrante de la lucha de clases.
Asumo el oficio de escribir con una actitud militante en esta lucha. Con la ilusión de que mis trabajos sean una grano de arena en la inmensidad de la lucha.
Sigo creyendo que las utopías son posibles .Sigo con la ilusión y creencia de que un mundo mejor es posible.
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