Reynaldo Lacámara
Nombrar las gestas del valor y la ternura es reconocerles su permanente vigencia, su capacidad casi infinita de volver a ponernos la piel de gallina…como aquella vez del primer beso que le robamos a la compañerita de colegio o a la vecinita descuidada ¿quién no tiembla al recordarlo? ¿quién no lo volvería a vivir?
Cuba es la imagen sonriente de un sueño cultivado ardua y vigorosamente por un pueblo que ha hecho de la dignidad su carta de presentación ante el mundo entero.
José Martí lo sabía.
Él intuyó, como todo buen poeta, el futuro y el destino de su pueblo. Supo entender que aquella pequeña isla estaba llamada a ser la conciencia y el paradigma de una América Latina capaz de alzarse y oponerse con vigor y ternura a la creciente hegemonía antropófaga del Goliat del norte.
También lo sabía nuestro presidente mártir Salvador Allende que en su último combate nos recordó con voz serena y firme: “la historia es nuestra y la hacen los pueblos”.
Ese fue el pueblo que un 1º de enero de 1959 entró sonriente y victorioso en La Habana…el pueblo de Martí, el pueblo de Sandino, el pueblo de Allende, el pueblo de Óscar Romero…nuestro pueblo y nosotros sonriendo en cada uno de ellos, porque un pueblo revolucionario y sonriente será siempre promesa y certeza de futuro. La revolución es siempre futuro. Dinámica en su análisis y creativa en sus respuestas ante los desafíos del presente histórico, la revolución posee la lozanía permanente de lo nuevo y duradero.
Ahí encontramos la clave para entender el ayer y el hoy de un proceso que hunde sus raíces en lo más profundo de los anhelos de una América Latina que aún espera de nosotros la transformación integral de nuestra realidad común traspasada hoy por rostros que observan sin comprender el desfile desenfadado y triunfalista del mercado y sus acólitos de turno. En esos rostros se encarna el desafío de humanizar hasta el último rincón de este continente. De llevar hasta ellos el pan, pero también la palabra, la salud, pero también la fiesta de la vida digna y sonriente.
No celebramos la memoria anquilosada de una gesta heroica realizada hace 50 años, sino la vigencia desafiante y osada del compromiso ineludible de apostar por el ser humano, por su lugar irreemplazable en el desarrollo real de cualquier proceso revolucionario.
La vida y los sueños de un pueblo no son simplemente el resultado de la suma cómoda de todas las vidas y todos los sueños, sino más bien la resta incómoda del egoísmo y la permanente capacidad de conjugar los verbos en plural. El plural de Ernesto Guevara, de Víctor Jara, de Miguel Henríquez y de tantos que nos enseñaron a decir nosotros.
Ese gran nosotros con que Cuba ha mostrado al mundo su rostro solidario y digno. Bien lo sabemos los chilenos. Bien lo sabemos los escritores que nunca terminaremos de dar las gracias a un pueblo que siempre nos ha recibido como a uno más.
En la noche sangrienta y cruel de la Dictadura Militar en Chile el abrazo de Cuba y su pueblo nos ayudó a sostener una esperanza activa y valiente frente al dolor y la muerte.
En esta tarde, desde la patria de Neruda, Mistral y Recabarren queremos hacer llegar nuestro saludo y reconocimiento solidario a nuestros héroes: Gerardo, Ramón, René, Antonio y Fernando encarcelados injusta y cobardemente por el Imperio Norteamericano, sometidos todos ellos a condiciones inhumanas de confinamiento en celdas de aislamiento, desprovistos de ropa y asistencia médica. Hasta allá queremos llegar con nuestra palabra de aliento y de esperanza…¡hasta allá queremos llegar con nuestro reclamo de libertad inmediata para nuestros compañeros! En cada uno de ellos hay algo de nosotros también encarcelado y desnudo.
Somos parte del futuro porque nuestras raíces han sido regadas con sangre generosa.
Nuestra mirada atenta no esta simplemente marcada por la nostalgia
trasnochada de los profetas de calamidades y derrotas. La dialéctica propia de los procesos históricos y sociales nos hace estar serenamente activos sin espacios para el triunfalismo, pero ciertos de que lo logrado constituye un hito sin precedentes en el desarrollo de la humanidad.
Tampoco somos presa del pesimismo. No podríamos serlo cuando el pueblo cubano nos ha enseñado que la dignidad no tiene precio y que los sueños sí se pueden alcanzar cuando somos capaces de sonreír aún en medio de la adversidad.
Celebramos con alegría junto a Cuba lo logrado y lo que aún vendrá. Cómo no hacerlo si hemos visto a un pueblo conciente de su destino en cada calle, en cada plaza por las que alguna vez hemos pasado. Cómo no hacerlo si la sentimos tan nuestra a pesar de la distancia.
Podríamos decir que en medio del mar la vida tiene nombre y sabor a ron. Que allá el abrazo todavía es sincero y aún existe tiempo para conversar sin prisa, pero todo quedaría trunco sino dijéramos que allá
la revolución sigue viva en hombres y mujeres que cada mañana sienten que la vida es aún un reto cuando se vive con dignidad.
En cada espacio de los sueños compartidos con el pueblo cubano asoma una sonrisa, fruto de la gesta del valor y la ternura.
Fruto de comprender y vivir lo que algunas vez no regalara Daniel Viglietti en sus versos: “Si me dieran a elegir entre el pan y la libertad…elijo la libertad, para luchar por el pan”…
El muro...desde enero de 2009
Bienvenidos a El muro, un espacio creado por escritores comunistas chilenos.
Porque no basta estar informados o dejar que otros sean los interpretes "desinteresados" de nuestras ideas... nosotros somos historia, y hacemos la historia, sin falsos pudores de hijos putativos del consenso o la cohesión social ( eufemismo perverso para la gran siesta de los últimos 20 años en Chile).
Aquí encontrarás también un espacio para tu opinión. Nos interesa saber qué pasa con tus sueños, porque estamos seguros que hay que despertar para seguir soñando.
El Muro está recién pintado.
Vamos entonces, sin prisa, pero sin pausa...
Porque no basta estar informados o dejar que otros sean los interpretes "desinteresados" de nuestras ideas... nosotros somos historia, y hacemos la historia, sin falsos pudores de hijos putativos del consenso o la cohesión social ( eufemismo perverso para la gran siesta de los últimos 20 años en Chile).
Aquí encontrarás también un espacio para tu opinión. Nos interesa saber qué pasa con tus sueños, porque estamos seguros que hay que despertar para seguir soñando.
El Muro está recién pintado.
Vamos entonces, sin prisa, pero sin pausa...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cuba: Ejemplo de fervor revolucionario y resistencia, ante el inhumano bloqueo económico que USA ha continuado para doblegar la cerviz de esta Patria Grande.
ResponderEliminar¿Qué pueden hacer los Poetas del Mundo para hacer una gran cadena Solidaria para con este hermano Pueblo...?
!Despierten Poetas y soplen con el viento de la POESÍA...!
Tino