por Omar Iturrieta León, desde Sydney-Australia
(Articulo publicado el 31 de diciembre de 2009 en el periodico "Hispanoamerican Newspaper" de Australia.)
En ésta última nota del año deseo compartir con Ud. estimado lector un sentimiento personal, intimo, que no lo puedo guardar. Estando a solo días de realizarse la segunda vuelta en las elecciones Presidenciales en Chile; leyendo toda la prensa chilena, que es mayoritariamente de derecha, y las redes de publicaciones de izquierda por Internet; siento angustia, pena y preocupación por lo que podría suceder el 17 de enero. Pero a la vez, guardo, en lo más intimo, una esperanza sobre ese acontecimiento trascendental, y es que durante estos dias el bombardeo comunicacional no adormesca las conciencias, que no sea capaz de encubrir el tremendo dolor y a la ignominia que se sometio durante 17 años a todo el país.
Desde hace muchos días que en Europa y Estados Unidos, la prensa que obedece a los mismos intereses de la prensa chilena, que inflo al máximo los resultados del 13 de diciembre, viene dando como ganador de esta segunda vuelta, al candidato de la derecha, Sebastian Piñera. Esto no es una mera coincidencia, esta táctica de hacer creer lo que aun no lo es, se ha usado desde que existe la prensa. El avance de las fuerzas progresistas en el continente sigue su curso y, segun los dictamenes de Estados Unidos, hay que detenerlo a cualquier precio; y en Chile éste es el mejor momento que se le presenta a la derecha para detener los cambios, como la ha hecho Michelle Bachelet en su gobierno, y volver a La Moneda, por la vía democrática, despues de medio siglo.
Mi angustia y pena, pasa por varios hechos reales, indesmentibles, que paso a citar. El primero tiene relación con el dolor de los cientos de miles de familiares y amigos de quienes fueron detenidos, torturados, exiliados, asesinados y hechos desparecer por defender valores y principios democraticos, pisoteados por la bota golpista; y que de triunfar Piñera todo ese sacrificio, sufrimiento y dolor, habra sido en vano.
Siento preocupacion al conocer las declaraciones de la ex ministra de Justicia de la Junta Militar, Monica Madariaga, sobre la detención de Sebastian Piñera, por el desfalco del Banco de Talca en plena dictadura, y es sacado de la carcel por orden directa del dictador.
Siento angustia cuando se hace publica, a fines de noviembre de este año, una reunión de Sebastian Piñera, con militares en retiro, soldados activos durante la dictadura, para asegurarles que en su eventual gobierno se impulsaría una especie de ley de punto final, dando lugar a la impunidad en tantos y macabros crimenes; tal como ya lo habia promovido en 1995 y que, como pago, en las elecciones del 2005 recibe el apoyo público de los militares en retiro.
Siento gran preocupación por el futuro laboral de Chile si Piñera resulta ganador; ya que las condiciones de trabajo y estabilidad laboral en sus empresas, hablan muy mal del candidato.
Siento rabia e impotencia por promesas no cumplidas, como lo hizo Sebastian Piñera, en uno de sus viajes por Europa, cuando se reunion con chilenos residentes en Suecia, donde se comprometio a respaldar el derecho a voto de los chilenos en el exterior, cosa que jamás hizo; por el contrario, una vez en Chile, jamás se jugo por ello.
Por el abuso, como lo sucedido la semana pasada, donde decenas de personas se dirigieron a la sede del comando de Sebastián Piñera (Apoquindo 2129), que en su mayoría trabajaron para el candidato a diputado por La Pintana, Pirque, Puente Alto, San José de Maipo, Francisco Moreno (UDI), para protestar por la no cancelación de sus sueldos tras haber trabajado en su campaña. Uno de los protestantes identificado como Roberto Godoy afirmó que “nos han tramitado como 5 semanas, no nos han pagado nada, nos deben más de 25 millones de pesos a personas de La Pintana, Puente Alto, Peñalolén y no han dado ninguna respuesta concreta”.
Por la mentira descarada, al negar su pasado pinochetista, si el fue Jefe de la campaña del candidato de la Junta Militar, Hernan Buchi, a la presidencia en 1989; entre muchos otros actos que lo delatan como uno de los más cercanos simpatizantes y colaboradores de la dictadura.
Segun las crudas matemáticas, el candidato de la Concertación debe ser el próximo Presidente de Chile. Los votos de Marco Enriquez y de Jorge Arrate, deben ser para Frei, que sumados dan un 55,9%, suficientes para derrotar a la derecha; ambos candidatos se manifestaron abiertamente como anti-derechistas, como anti-dictadura y el elector no se puede confundir.
El 17 hay una sola alternativa: o seguimos con gobiernos progresistas, que sin haber sido capaces de solucionar, todavía, asuntos importantes, de fondo para la gran mayoría, no se pueden comparar con un gobierno de derecha, con un gobierno que sera integrado por hombres que directa o indirectamente fueron responsables de ese dolor e ignominia de los tiempos de la dictadura, como José Cardemil vocero del dictador, como Jovino Novoa ideologo de la Junta, como Miguel Otero, como el patroncito Larrain, como Fernando Flores y Jorge Shaulsson, dos hombres de confianza del Presidente Allende, hoy vendidos y del brazo con Piñera.
El 17 de enero se define si se le entrega el gobierno a la derecha y, a una derecha que sería encabezado por un hombre que esta moralmente imposibilitado para tan importante cargo. Lo antes dicho sobre Sebastian Piñera, son solo algunos de los muchos aspectos que le dan forma a su persona, que marcan su vida como el candidato más acuadalado de la historia de Chile, pero el más pobre en su curriculum moral.
(Articulo publicado el 31 de diciembre de 2009 en el periodico "Hispanoamerican Newspaper" de Australia.)
En ésta última nota del año deseo compartir con Ud. estimado lector un sentimiento personal, intimo, que no lo puedo guardar. Estando a solo días de realizarse la segunda vuelta en las elecciones Presidenciales en Chile; leyendo toda la prensa chilena, que es mayoritariamente de derecha, y las redes de publicaciones de izquierda por Internet; siento angustia, pena y preocupación por lo que podría suceder el 17 de enero. Pero a la vez, guardo, en lo más intimo, una esperanza sobre ese acontecimiento trascendental, y es que durante estos dias el bombardeo comunicacional no adormesca las conciencias, que no sea capaz de encubrir el tremendo dolor y a la ignominia que se sometio durante 17 años a todo el país.
Desde hace muchos días que en Europa y Estados Unidos, la prensa que obedece a los mismos intereses de la prensa chilena, que inflo al máximo los resultados del 13 de diciembre, viene dando como ganador de esta segunda vuelta, al candidato de la derecha, Sebastian Piñera. Esto no es una mera coincidencia, esta táctica de hacer creer lo que aun no lo es, se ha usado desde que existe la prensa. El avance de las fuerzas progresistas en el continente sigue su curso y, segun los dictamenes de Estados Unidos, hay que detenerlo a cualquier precio; y en Chile éste es el mejor momento que se le presenta a la derecha para detener los cambios, como la ha hecho Michelle Bachelet en su gobierno, y volver a La Moneda, por la vía democrática, despues de medio siglo.
Mi angustia y pena, pasa por varios hechos reales, indesmentibles, que paso a citar. El primero tiene relación con el dolor de los cientos de miles de familiares y amigos de quienes fueron detenidos, torturados, exiliados, asesinados y hechos desparecer por defender valores y principios democraticos, pisoteados por la bota golpista; y que de triunfar Piñera todo ese sacrificio, sufrimiento y dolor, habra sido en vano.
Siento preocupacion al conocer las declaraciones de la ex ministra de Justicia de la Junta Militar, Monica Madariaga, sobre la detención de Sebastian Piñera, por el desfalco del Banco de Talca en plena dictadura, y es sacado de la carcel por orden directa del dictador.
Siento angustia cuando se hace publica, a fines de noviembre de este año, una reunión de Sebastian Piñera, con militares en retiro, soldados activos durante la dictadura, para asegurarles que en su eventual gobierno se impulsaría una especie de ley de punto final, dando lugar a la impunidad en tantos y macabros crimenes; tal como ya lo habia promovido en 1995 y que, como pago, en las elecciones del 2005 recibe el apoyo público de los militares en retiro.
Siento gran preocupación por el futuro laboral de Chile si Piñera resulta ganador; ya que las condiciones de trabajo y estabilidad laboral en sus empresas, hablan muy mal del candidato.
Siento rabia e impotencia por promesas no cumplidas, como lo hizo Sebastian Piñera, en uno de sus viajes por Europa, cuando se reunion con chilenos residentes en Suecia, donde se comprometio a respaldar el derecho a voto de los chilenos en el exterior, cosa que jamás hizo; por el contrario, una vez en Chile, jamás se jugo por ello.
Por el abuso, como lo sucedido la semana pasada, donde decenas de personas se dirigieron a la sede del comando de Sebastián Piñera (Apoquindo 2129), que en su mayoría trabajaron para el candidato a diputado por La Pintana, Pirque, Puente Alto, San José de Maipo, Francisco Moreno (UDI), para protestar por la no cancelación de sus sueldos tras haber trabajado en su campaña. Uno de los protestantes identificado como Roberto Godoy afirmó que “nos han tramitado como 5 semanas, no nos han pagado nada, nos deben más de 25 millones de pesos a personas de La Pintana, Puente Alto, Peñalolén y no han dado ninguna respuesta concreta”.
Por la mentira descarada, al negar su pasado pinochetista, si el fue Jefe de la campaña del candidato de la Junta Militar, Hernan Buchi, a la presidencia en 1989; entre muchos otros actos que lo delatan como uno de los más cercanos simpatizantes y colaboradores de la dictadura.
Segun las crudas matemáticas, el candidato de la Concertación debe ser el próximo Presidente de Chile. Los votos de Marco Enriquez y de Jorge Arrate, deben ser para Frei, que sumados dan un 55,9%, suficientes para derrotar a la derecha; ambos candidatos se manifestaron abiertamente como anti-derechistas, como anti-dictadura y el elector no se puede confundir.
El 17 hay una sola alternativa: o seguimos con gobiernos progresistas, que sin haber sido capaces de solucionar, todavía, asuntos importantes, de fondo para la gran mayoría, no se pueden comparar con un gobierno de derecha, con un gobierno que sera integrado por hombres que directa o indirectamente fueron responsables de ese dolor e ignominia de los tiempos de la dictadura, como José Cardemil vocero del dictador, como Jovino Novoa ideologo de la Junta, como Miguel Otero, como el patroncito Larrain, como Fernando Flores y Jorge Shaulsson, dos hombres de confianza del Presidente Allende, hoy vendidos y del brazo con Piñera.
El 17 de enero se define si se le entrega el gobierno a la derecha y, a una derecha que sería encabezado por un hombre que esta moralmente imposibilitado para tan importante cargo. Lo antes dicho sobre Sebastian Piñera, son solo algunos de los muchos aspectos que le dan forma a su persona, que marcan su vida como el candidato más acuadalado de la historia de Chile, pero el más pobre en su curriculum moral.
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